sábado, 3 de abril de 2010

La mayor muestra de amor

Durante esta Semana Santa he estado reflexionando acerca de lo que (creo firmemente) se trata de la mayor muestra de amor conocida en toda la historia de la humanidad y que sigue vigente el día de hoy: Jesucristo, el Hijo de Dios, dio su vida por amor para que toda nuestra maldad fuese limpiada y tuviésemos acceso por medio de El al Dios Padre. Jesús venció a la muerte y otorgó a la humanidad -llena de faltas e injusticia- la posibilidad de reconciliarse con Dios.

Para mí lo más importante, más que sostener discusiones teológicas o hablar de religión, es que cada uno de nosotros permita que Dios actúe en nuestras vidas, que sigamos el ejemplo de Jesús: que el amor no sea cuestión de palabras sino de hechos.

Que en silencio oremos y tratemos de acercarnos a Dios, que es el único que puede ayudarnos a vivir conforme a su voluntad, de manera que nuestro propósito principal en la vida sea emular esa grandiosa muestra de amor. Que no importa el lugar donde nos encontremos podamos ayudar a otros, perdonar a quienes nos han ofendido, ser tolerantes con los demás aunque no piensen o actúen igual que nosotros.

Que podamos ser amigos en los que se puede confiar (aquéllos que no piensan solo en su bienestar), que mostremos lo que significa tener a Dios en nuestro corazón brindando apoyo incondicional a quienes nos rodean, prestando nuestro hombro a quien lo necesita para descargar sus penas, escuchando al angustiado que sufre amargamente y que muchas veces lo único que necesita es que le prestemos atención. En fin, mostrando que nosotros somos capaces, con ayuda de Dios, de contagiar a otros de ese incomparable amor que Jesús nos dio.

Actuando de esta forma tendremos frente a nosotros un gran desafío, porque cumplir con los deseos de El Padre no es cosa fácil, pero cuando vemos el impacto que nuestro amoroso ejemplo puede tener en la vida de otros, tendremos la certeza de que todo esfuerzo ha valido la pena y que Dios está con nosotros llenándonos cada vez más de ese amor sin igual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario