El Teatro Nacional de Costa Rica es una obra de arte. En mi opinión la edificación es, en sí misma, una gema invaluable; un palacio donde podemos encontrar otras obras de arte magníficas.
Sin embargo, hace unos días tristemente confirmé, cuando solicité ser parte de una visita guiada con un guía que hiciera su presentación en inglés, que los costarricenses en esa condición somos discriminados en tanto se nos dice que la visita en inglés se hace solamente cuando lleguen extranjeros que la soliciten en ese idioma. Y esto se debe al hecho de que a ellos les cobran $7 por el recorrido, mientras que para nosotros los nacionales la visita es gratuita.
Aquí es donde yo me pregunto ¿ es "nuestro" el Teatro Nacional? Porque con el ejemplo que les cito pareciera que no lo es.
Al fin de cuentas, no tuve mayor problema con el recorrido (aunque tuve que ir dos veces a hacerlo) porque el guía que iba a hacer la visita, muy amablemente, me indicó que pese a que en ese momento iban a hacer presentaciones en español únicamente, porque venían varios grupos de estudiantes de la zona de Pavones, él iba a hacer algunos comentarios en inglés para que las dos estudiantes de inglés que nos encontrábamos ahí pudiésemos hacer una tarea que nos encomendaron.
No obstante, lo que me interesa resaltar con este comentario es el trato distinto que recibimos los nacionales ante los extranjeros, no solo en el Teatro Nacional, lo que me parece sumamente grave porque debería ser nuestra casa, en donde se nos reciba con las puertas abiertas, sino también en lugares paradisíacos que existen en Costa Rica que están al alcance únicamente del turismo internacional.
Creo que, ante este tipo de situaciones, es necesario que los Ticos nos apropiemos de lo que es nuestro; que por absolutamente ninguna razón, mucho menos por asuntos económicos, dejemos que nuestros preciados tesoros nos sean arrebatados de las manos.