martes, 15 de junio de 2010

¡Demos gracias!

Cuando reflexiono acerca de la cantidad de personas que conozco que diriamente dan gracias por todas las cosas buenas que tienen (y me refiero a cosas en sentido abstracto, no en sentido material exclusivamente), me doy cuenta de que son muy pocas. Debo confesar inclusive que yo muchas veces me olvido de hacerlo.
Creo que este acto de dar gracias es muy importante porque cambia nuestra manera de pensar y de actuar. Este último principio está escrito en La Biblia y mucha gente que ha escrito sobre los beneficios de pensar positivamente lo ha retomado, así que aquí no se trata de inventar el agua tibia . Pero firmemente creo que cuando valoramos a quienes están a nuestro alrededor, todo lo bueno que tenemos y somos concientes de que somos afortunados (empezando por valorar nuestro buen estado de salud, por ejemplo), nos convertimos en mejores personas y me atrevería a decir que somos más felices.
En mi opinión, esto deberíamos hacerlo todos los días: en lugar de quejarme por lo que no tengo, debo dar gracias por lo que tengo. Creo que así aprendemos a distinguir lo que es importante de lo que realmente no lo es; principalmente en esta sociedad de consumo en la que vivimos.
Y aquí no me refiero a tener una actitud conformista porque, en mi opinión, constantemente debemos tratar de plantearnos nuevas metas, luchar por alcanzarlas y en el camino dar lo mejor de nosotros.
Pero si hacemos del dar gracias una práctica diaria, creo que será más fácil lograr alcanzar nuestros sueños y estoy segura de que, en el proceso, disfrutaremos más el camino aunque esté lleno de obstáculos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario